“Después de mi segundo embarazo cogí unos kilos de más que no conseguía eliminar. Y aunque todo valió la pena, la realidad es que mi cuerpo cambió.
Me quedaron muchas marcas en la piel, flacidez en el abdomen y celulitis que antes no tenía.
Una amiga me habló del Método Binary. Me animé a pedir una cita en el Instituto de Belleza.
Empezamos con sesiones combinadas para trabajar la firmeza de la piel y mejorar la circulación. Desde las primeras visitas noté cambios, no solo en mi cuerpo, también en cómo me sentía.
Poco a poco, la piel se alisó, la celulitis empezó a suavizarse… pero sobre todo, recuperé esa conexión con mi cuerpo.
Ahora sigo acudiendo regularmente y estoy encantada.”
—Anne